Bodega Najar, una de las destilerías más tradicionales del Perú y símbolo de la cultura arequipeña, está comprometida con la preservación de su historia y el rendir tributo a sus orígenes de su destilado estrella: el anís. En este contexto, presenta Anís 1854, una versión premium que rememora el año de fundación de la bodega, evocando resiliencia y una historia digna de ser contada. La caja, envuelta en una ilustración realista y detallada de la flor de anís en lápiz carbón, fue comisionada a la artista Gabriela Vargas, quien reside en Puno, Perú. La etiqueta lleva patrones en vectores de las mismas flores con un acabado en alto relieve y detalles metalizados dorados que otorgan un toque distintivo, resaltando la calidad premium del producto y diferenciándose frente a sus competidores, con una ilustración tan finamente diseñada que no pasa desapercibida.